ANÁLISIS EXTERNO
DE LA INSTITUCION EDUCATIVA: SAN JOAQUIN
“La calidad educativa también debe estar acompañada de un ambiente
social, emocional y económico estable”
Por: Roberto
Alejandro Ramírez Peña | febrero 24, 2017
Es importante para entender la situación actual de la Institución
Educativa: San Joaquín de la ciudad de
Pereira y de muchas instituciones educativas en nuestro país; hacer un análisis
más amplio de las políticas y decisiones que durante décadas han regido la EDUCACIÓN.
Empezamos así: “la gestión educativa data de los años 60 en Estados Unidos, de los años 70 en el Reino Unido y de los años 80 en América Latina. Es por lo tanto una disciplina de desarrollo muy reciente. Por ello, tiene un bajo nivel de especificidad y de estructuración. Por estar en un proceso de búsqueda de identidad y ser aún una disciplina en gestación, constituye un caso interesante de relación entre teoría y práctica. La gestión educativa busca aplicar los principios generales de la gestión al campo específico de la educación”.
Los grandes esfuerzos durante esta década se han concentrado en reducir:
la estructura del estado, los gastos de operación y la planta de funcionarios.
Muy interesante resulta voltear la vista a los ascendentes resultados en
materia de educación de Argentina y Chile donde los elencos o personas encargadas
y quienes dirigen el Ministerio de Educación llevan 8 años o más periodos, pues
es imposible no asociar la duración con la eficiencia y los grandes avances de
estos países en este campo.
Es esencial para una sociedad formularse objetivos a mediano y largo
plazo para trabajar sobre ellos pues esto implica reconocer las fortalezas y
oportunidades de todo un país frente a una misma meta. La innovación en materia educativa es vital,
igualmente identificar debilidades y amenazas para enfrentarlas y disminuirlas
a su máxima expresión.
Una de las principales tensiones para conseguir dicho acoplamiento
parece radicar en la
existencia de cuatro tipos de tiempos cuyas lógicas son distintas: los
tiempos políticos, los tiempos técnico- profesionales, los tiempos burocráticos
y los tiempos pedagógicos. Como lo afirma Braslavsky, C., & Cosse, G.
(2006) y lo define de la siguiente manera:
Los tiempos políticos se definen a partir de los objetivos y tácticas
del Gobierno o del Ministro de Educación en el contexto de las relaciones de
fuerzas políticas. Por otra parte, los tiempos políticos se rigen por
calendarios externos a los procesos de reforma y transformación educativa y
están asociados a las agendas electorales.
Los tiempos técnico-profesionales se definen como el recorrido requerido
para construir
determinado producto del conocimiento. Este recorrido tiene
aparentemente poco que ver con las agendas electorales o, más genéricamente,
con los tiempos políticos. La previsión de cambios en los elencos
gubernamentales, puede llevar a perder grandes inversiones de tiempo y de
dinero, por la incapacidad de demostrar ante los nuevos elencos la necesidad y
viabilidad de continuar con ciertas políticas y estrategias.
Los tiempos burocráticos se definen como el recorrido requerido para
cumplir con todos los
pasos definidos por las normas, sin correr riesgos administrativos ni
jurídicos.
Los tiempos pedagógicos se definen por el recorrido que requieren los
actores de la
cotidianeidad escolar para procesar y resignificar las políticas
educativas y utilizar los marcos de referencia, sistemas e informaciones
emergentes de la dinamización del Estado, para una nueva configuración del
sistema educativo y para promover en su seno procesos de genuina innovación que
vayan más allá del cumplimiento formal de nuevas normas y requisitos.
El desafío de compatibilizar los tiempos políticos, los tiempos
técnicos, los tiempos
burocráticos y los pedagógicos es una de las cuestiones que requiere
mayor inversión de tiempo y de energía institucional, reto en el cual Colombia
debe indiscutiblemente participar y más allá de eso apropiarse de una política
de calidad que supere la corrupción y el bajo presupuesto anual.
“Dentro de la rica historia del Departamento de Risaralda, se han
desplegado tantas y tan destacables actividades dentro de los campos de la Educación.
Siempre he considerado que la grandeza de un pueblo, se mide por el estímulo y
auspicio que se le conceda al conocimiento, la ciencia, la literatura y el
arte, en sus diversas y diferentes manifestaciones”.
La población se estipula está distribuida de la siguiente manera,
segunda infancia (7 – 11 años), 5,1% niños y 4,8% niñas; adolescencia (12 – 17
años), 6% hombres y 5,8% mujeres; juventud (18 – 26 años), 7,5% hombres y 7,9%
mujeres y adultos mayores (60 y más años), 4,7% hombres y 5,5% mujeres. En los
últimos veinticinco años, la proporción de población risaraldense urbana
aumentó de 64,4% a 76,9%, con una mayor concentración de población femenina en
razón de mayores flujos migratorios de mujeres hacia los centros.
La Ministra de educación María Cecilia Vélez en la revista Al tablero Nº
39, (2007)
dice: “Toda política pública es el resultado de procesos en los que han
participado la sociedad
en su conjunto (diversos sectores y actores) y el Estado, en cualquiera
de sus niveles
(municipal, departamental o nacional). Este proceso está integrado por
diversos momentos:
percepción de la problemática o asunto, definición del mismo y de las
estrategias para
abordarlo o resolverlo, tramitación ante instancias correspondientes,
formulación de la
política, promulgación de la misma y seguimiento”.
Como vemos en el anterior
párrafo la política pública es el resultado de la participación
de todos los sectores de la sociedad, y se verá expresado en una
estrategia que nos permita
abordar las situaciones problema.
La Nación y las entidades territoriales participarán en la dirección,
financiación y
administración de los servicios educativos estatales, en los términos
que señalen la
Constitución y la ley”. (Constitución política de Colombia.1991, p.
27-28).
“Los planes de desarrollo
Nacional, Departamental y Municipal pretenden llevar la
educación por los objetivos y criterios de cobertura, calidad y equidad,
recomendados por
organismos internacionales que obedecen a las necesidades de desarrollo
humano de nuestras comunidades”. Villegas Silva, A., Tapasco, L. E., &
Villamarín Moyano, A. (2011).
En este sentido el problema fundamental de la política pública en
educación básica en Risaralda es:
1. En la baja tasa de rendimiento escolar en matemáticas y lenguaje, y
en bajos niveles
de rendimiento en los resultados de las pruebas SABER.
2. La no existencia de cobertura plena en educación básica y media
vinculado
críticamente a los fenómenos de deserción escolar.
3. Una infraestructura poco
flexible, estática que impide la incorporación de nuevos
procesos pedagógicos.
4. Falta de plataformas tecnológica para el desarrollo de los procesos
de enseñanza e
innovación desde la didáctica y la gestión educativa.
5. La crítica situación de los docentes con respecto a la inestabilidad
laboral, el
reconocimiento y el bienestar social, según el direccionamiento de las
políticas
educativas en el departamento y la nación.
“Obviamente el problema es complejo y no puede ser resuelto a través de
políticas
unidireccionales; sin embargo, la política pública puede contribuir a
incrementar la
participación de las comunidades marginadas, la pertinencia curricular,
la autonomía y la
definición de proyectos institucionales, promoviendo el desarrollo
humano y aumentando la
responsabilidad social.
Lo que significa que las políticas educativas serán sometidas al debate
y
la participación continua y permanente de la sociedad para lograr que
éstas sean un asunto de debate público, sean apropiadas y defendidas por la
sociedad en su conjunto y para que no sean patrimonio privado del modelo
tecnocrático, donde hay unos asesores que son los que saben y deciden la
política educativa a nombre de toda la Nación”. Villegas Silva, A., Tapasco, L.
E., & Villamarín Moyano, A. (2011).
Braslavsky, C., & Cosse, G. (2006). Las actuales reformas educativas
en América Latina: cuatro actores, tres lógicas y ocho tensiones. REICE.
Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 4(2e).
Casassus, J. (2008). Problemas de la gestión educativa en América
Latina: la tensión entre los paradigmas de tipo A y el tipo B. Em Aberto,
19(75).
Villegas Silva, A., Tapasco, L. E., & Villamarín Moyano, A. (2011).
La política pública y la gestión educativa en municipios no certificados del
departamento de Risaralda.
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